21/7/07

Peñíscola 2007


¡Muy buenas! ¡Estamos de vuelta!

En realidad llegué ayer temprano, pero no tenía muchas ganas de ponerme por aquí. La verdad es que ha estado genial y me ha servido para ponerme un poco morenito, cargar las pilas, liberar la mente y revivir sensaciones que tenía olvidadas desde hacía años.

Ya conocía Peñíscola, y la verdad es que está muy bien. De la marcha nocturna no puedo hablar, porque allí siempre he ido en plan familiar y diurno, pero si se veían algunos pubs que no tenían mala pinta. La gracia de esta zona es el castillo, al ladito mismo de la playa, y el pueblo en la ladera. En este castillo se cobijó Benedicto XIII los últimos días de su vida, más conocido como Papa Luna (porque se llamaba Pedro de Luna). Quien quiera saber más que me pregunte o que lo busque.

El viaje de ida se me hizo corto, porque me lo pasé durmiendo.

Madrugón para salir antes que el resto de la gente, el rey Sabina sonando en la radio de mi padre... A las ocho menos algo paramos para desayunar, y claro, ¡San Fermines! Me da la impresión de que mucha gente paraba sólo para ver el encierro, y me pareció muy curioso la cantidad de expertos en el tema* que había por allí, comentando la jugada con detenimiento. Nada más llegar hice el primer amiguito entre el personal del hotel. Un chaval joven, al ver mi camiseta vino hacía mí y me dijo "¡Ey! Yo también estuve en el Aqua Rock*" xD Estuvimos hablando un ratillo, y a partir de ahí siempre que nos cruzábamos nos saludábamos y eso.

Podría hablar durante horas, pero pa no aburrir y resumiendo mucho, os contaré lo que era un día típico por allí:

09.15 Mi mamá me despertaba. Me salía un poco a la terraza a desperezarme con la brisilla y con las preciosas vistas de la costa.

09.30 Desayuno. Buffet libre de café, chocolate, zumos, bollos, tostadas... además del típico desayuno europeo de salchichas, huevos, bacon... Había una camarera muy maja que sólo estaba en los desayunos, argentina y que se llamaba Mariana... hasta el último día que se llamaba Verónica. Me fui quedándome con las ganas de preguntarle su nombre de verdad. ¡Malditos letreros mutantes!

10.15 Nos dábamos un paseo por el idem... según el día aprovechábamos para comprar alguna cosilla, agua para subir a la habitación, algún regalillo... Un día que estaba más nublado aprovechamos para subir al castillo. Otro día cogimos un barquito que nos dio una vuelta por la costa, y vimos el castillo desde el mar y desde todos los ángulos. Para los que esté echando cuentas: sí, tres cuartos de hora desayunando...

11.30 A la playita (los días que el paseo no se alargaba demasiado, si se nos hacía tarde nos íbamos directos a la piscina). Casi todos los días había bandera amarilla, aunque el agua estaba bastante tranquila.

13.00 Un bañito en la piscina. La piscina del hotel, con forma de judía, estaba bastante bien, aunque en las horas punta se quedaba un poco pequeña.

14.00 Una vez duchados y cambiados, era la hora de comer. De nuevo buffet libre, qué gran invento. Siempre había unos ocho primeros y ocho segundos, y yo intentaba probar casi todos xD Y para rematar fruta del tiempo, tartas, pasteles, autoservicio de copas de helado... Por cierto, un plato fijo y que no faltaba ningún día en mi dieta era un tazoncito de gazpacho fresquito. ¡Un vicio!

16.00 Nos subíamos a la habitación a tomarnos un café en familia, y aprovechaba para jugar con mi prima la pequeña a los perritos de la consola. Luego tocaba dormir otro poquito más.

17.15 Mi mamá me despertaba. Me salía un poco a la terraza a desperezarme con la brisilla y con las preciosas vistas de la costa. Otra vez.

17.30 A la playitaaaaa. La visita de por la tarde no se perdonaba ningún día. Lo primero, después de clavar la sombrilla, era sacar el balón de volley playa y pegarse unas carreras con mi padre y mi tío. Jugábamos casi siempre al fútbol, aunque algún día lo intentamos con el volley. Bien sudaditos nos metíamos en el agua para refrescarnos, y una vez dentro nos poníamos a darle a las palas. He hecho bastante deporte, menos mal porque si no el buffet libre hubiese pasado factura...

19.00 Otro poquito de piscina. Hasta las 20h, que se iba la socorrista.

21.00 Cena. Buffet libre, claro. Un montón de primeros, de segundos, de postres... y además cada noche había un especial: especial de marisco, especial de jamón, especial de quesos y patés, especial de tartas... Como decía mi prima la chiquitilla: "desayunamos como reyes, comemos como príncipes y cenamos como cerdos". A todos les encantaba destacar lo poco que habían comido hoy, y enumeraban los platos siempre con diminutivos: "un filetito de ternera, tres trocitos de bonito en escabeche, una ensaladita, un huevito cocido, dos cigalitas y catorce cachitos de tartita" xD

22.00 Después de cenar un paseillo, parecido al de por las mañanas pero con menos luz. Alguna noche cogimos el típico trenecito turístico, que te lleva por la costa, pero la verdad es que de noche se ve poca cosa. Al contrario que otros años, no nos hemos parado ni una noche a tomar un helado ni una horchata, lógicamente porque a alguna se nos hubiera dado la vuelta el ombligo.

23.00 O como mucho a las once y media, a dormir. La verdad es que dormido muchísimo en vacaciones, en contrarse con las 4 horas y poco que suelo dormir normalmente.

El viaje de vuelta se me hizo corto, porque me lo pasé durmiendo. Otra vez. xD

(* ironía)

2 comentarios:

galletitas dijo...

Jo, q envidia, menos mal q me queda poco para disfrutar de mis vacaciones. Estoy deseando desconecar.

Espero q t animes a subir alguna foto a "little bubble".

Bss

Anónimo dijo...

Eso si son VACACIONES. Todo el día relajada, todo pausado, comiendo bien y durmiendo mucho, pero encima pasándotelo bien!!! Que gusto.
Mis vacaciones serán algo así como: todo el día expectante para que no te piquen los mosquitos, comiendo lo que haya y me guste, durmiendo lo justo, pero viviendo una experiencia inolvidable!!!!!!
Que poco me queda, que me voy el jueves!!!!