Vuelta al cole

Si ya es bastante duro volver de un viaje, es mucho más duro que se te acaben las vacaciones. El regreso de Tenerife fue duro, cambio de horario, cambio de la climatología, cambio del estilo de vida, pero ahora la vuelta de Villatoro también ha dolido, sobretodo porque ha coincidido con el fin de mis (cortas) vacaciones.

Durante el fin de semana hicimos lo típico. Paseos por el campo, recorridos turísticos por los puntos más emblemáticos de la localidad (Praucajo, Cuartel, Fuente del Rosco, callearriba, calleabajo, etc.). Por la noche, además, hicimos visitas culturales al cercano pueblo de Pradosegar, equipados con garrafas de zumo de frutas para aplacar la sed del camino y guiados por la luz de la luna. Por el camino descubrimos que varios de los presentes eran superdotados, y ellos sin saberlo. Además Diana me hizo un exhaustivo examen psicotécnico para determinar si soy zurdo o diestro (eterno debate) y la conclusión fue que soy raro...

Descubrí que hay quien le da vueltas al juego del pirata, aunque no consiga dar con la solución (como nadie decía nada yo pensaba que nadie lo estaba pensando). Y bueno, en general el puente se me hizo muy corto, y me lo pasé muy bien aunque a veces las cosas me parecieran bastante raras.

Hoy ha tocado volver a madrugar un montón y volver a este edificio en el que me pagan por aporrear un teclado, jeje. En fin, ya queda un día menos para la próxima fiesta.