Anoche estuve por primera vez viendo un partido de fútbol (al menos que yo recuerde, y sin contar partidillos pequeños) en compañía del famoso Gux. Fue el Atlético de Madrid-Vogvodina en el Calderón. El estadio a rebosar, un ambiente increible, regreso del Atleti a Europa después de 7 años, bla blau bla blau...
Llegando al estadio ya me llamó la atención el ambientillo que se iba cociendo, rojiblancos por todas partes, los bares llenos, puestecillos de banderas, bufandas, gorros, garrapiñadas, chicles-pipas-¡ca!-rameeeeelos. En los aledaños del estadio bastante despliegue policial, incluyendo la famosa policía montada.
Nada más entrar al estadio me quedé impresionado. Fue cruzar la puerta, pasar el torno de seguridad, andar veinte metros escasos y ya estábamos al lado del césped. ¡Qué bonito! ¡Qué verde! ¡Qué ganas de hacerse un picnic! Estábamos a unos diez metros de la banda, y allí estaban todos los ídolos colchoneros calentando. ¡Qué emoción! ¡Qué cerca!
Empezamos a buscar nuestros asientos, como dos pardillos, porque no teníamos ni idea de cómo iba la numeración (la verdad es que no parecía tener un orden lógico). El caso es que lo que parecía una misión imposible se resolvió enseguida y casi sin querer. Los asientos estaban en la primera fila después del pasillo por el que íbamos caminando, a la misma poca distancia del campo y casi a ras de hierba.
En el fondo sur, el Frente Atlético no paraba de animar, incluso desde antes de empezar el partido. Esa sí que es una afición incondicional (porque como tuvieran que depender de los éxitos iban apañaos). Allá, no muy lejos del Frente, estaba Alteza, más conocido como Mini-Jok.
No podían faltar ciertos elementos, como los cerdos de detrás comiendo pipas y tirando las cáscaras según la secuencia siguiente: al suelo con la mano, al suelo escupida, a la chepa del de alante. Así una y otra vez, excepto cuando nos poníamos de pie para chillar o algo, que aprovechaban nuestro asiento como cenicero. Según el algoritmo de Newton-Jones, si en quince segundos que estábamos de pie dejaban dieciocho cáscaras de pipa, eso quiere decir que eran MUUUU CERDOS.
Otro elemento que no puede faltar es el señor del A-gua-CER-veza-CO-cacolaaa. Subiendo y bajando la banda incansable, menudo fichaje.
Por supuesto, en el descanso nos comimos el bocadillo reglamentario (¡qué hambre!) y aprovechamos para dar una vuelta por el estadio en plan guiri.
Y nada, hasta el final del partido ahí seguimos dándolo todo. Estuvo bastante divertido, y repetiré en cuanto pueda (ejem, ejem) porque me lo pasé de maravilla. No deja de ser curioso, un merengue y un culé dejándose la garganta para animar al Atleti... xD
17/8/07
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4 comentarios:
Pues si, pues si... Yo soy el otro punto de vista de todo esto....
Llegando al partido (yo soy atletico de nacimiento y asi morire) me sono el telefono 'que raro que me llamen ahora?!?!?!'.... El tarao del Zendir que ya habia llegado que donde me sentaba (si el fondo sur era a la derecha o a la izquierda de donde estaba el), que le estaba molando mucho el ambientillo y tal.... Mi respuesta contundente y no menos cierta -ESPERA A QUE EMPIECE EL PARTIDO Y VERAS QUE ESPECTACULO-
Al final, la historia conocida, 3-0, eliminatoria practicamente en el bolsillo y los comentarios de Zendir para la posteridad.
PD. Vuelve al Calderón pronto, amigo, que parece que nos diste buena suerte (jejejej)
Ermmmm... Sí, los partidos de fútbol dan para una entrada de blog. XD
También hay que decir que los Vogvodinos eran muuu malos xD
No creo que todos los partidos den para una entrada, pero al ser el primero me apetecía contar todas las cositas que me llamaron la atención =P
no creas con hacer una lista de los personajes (siempre hay uno mínimo) que hay por allí...
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