Metro en Coslada

Después de largos meses de obras, el pasado sábado 5 de mayo por fin quedó inaugurado el metro en Coslada.

Mucha gente se lo toma a pitorreo, pero yo me siento muy orgulloso de que haya llegado el metro a mi pueblo (si es que se puede llamar pueblo a una población con más de 100.000 habitantes).

Llevo en Coslada 23 años, y me siento orgulloso de haberla visto crecer y evolucionar.

De haber visto como el antiguo apeadero con paso subterráneo (una cloaca pestilente, nido de drogadictos) ha dado paso a la actual estación elevada, con bar, panadería, estanco, kiosko...

De haber visto como en el descampado de al lado de mi casa, donde solía jugar de pequeño, se iba levantando un instituto piedra a piedra. Instituto en el que más tarde estudié bachillerato, y donde me ocurrieron cosas inolvidables, algunas de las cuales han marcado mi vida para siempre.

De haber visto como se habilitaban zonas verdes aquí y allá, como se construian polideportivos (El Olivo, La Rambla), y como se remodelaban las instalaciones ya existentes (Valleaguado, la piscina del Cerro...).

En fin, tantas y tantas cosas... Y todo ello tuvo su remate este sábado, con la llegada del Metro (línea 7).

Coslada fue una fiesta, a mediodía hubo paella, por la tarde chocolate con churros y por la noche conciertos (Efecto Mariposa e Iguana Tango) de los que pude disfrutar en compañía de la misteriosa Lady X.

Por cierto, el Recinto Ferial ya huele a Fiestas (¡¡queda un mes escaso!!).

A muchos les seguirá pareciendo un pueblucho del extrarradio, pero yo estoy orgulloso de ser de donde soy y de vivir donde vivo.

¡¡¡Viva Cojlada!!