Ciclos temporales (I)

Una de las cosas más geniales que tiene mi adorado trabajo es el gestor de correo electrónico que nos obligan a usar. Entre sus muchas bendiciones la que más me gusta es que sólo tengamos una capacidad de almacenamiento de 100 MB. Teniendo en cuenta que a veces trabajamos con ficheros de 5 o 10 MB, la capacidad limitada de nuestro buzón nos ayuda a agudizar el ingenio al máximo.

Para ayudarnos aún más, todos los correos se eliminan cuando ha pasado un año desde que se han mandado o recibido. Una semana antes de que se eliminen puedes consultarlos, por si te interesa conservarlo (reenviándotelo a ti mismo para actualizar su fecha, o simplemente copiándote el texto o los ficheros adjuntos).

Gracias a esto todas las semanas recuerdo cosas de hace exactamente un año, cuanto montamos la peña de las Quinielas, cuando se despidió aquel compañero, cuanto nos cayó aquel marrón y nos tuvimos que pasar la noche en la oficina... Además, ahora ha hecho un año que me cambié de proyecto, y todo son emotivos correos de despedida, los primeros correos de mi nueva jefa... snif, snif.