Tengo la gran suerte de que mi empresa, para compensar que sus oficinas están donde Cristo perdió el mechero, pone a disposición de los empleados una serie de autobuses, popularmente conocidos como lanzaderas, que salen de sitios más razonables (Atocha, Moncloa, Avenida de América...) y te llevan a la oficina en un recorrido directo.
A mí esto me da la vida, porque me ofrece una forma cómoda de ir a buscar el mechero de Cristo. Dije cómoda y no rápida, porque sigo tardando bastante, pero no tengo que hacer n trasbordos ni coger todos los medios de transporte que existen.
El caso es que al cabo de unos 45 minutos de siesta (una peculiar siesta a las 8.15 de la mañana) esta lanzadera nos deja en la misma puerta de la oficina, y todos bajamos en tropel, deseando llegar cuanto antes a nuestros puestos para empezar la jornada laboral.
Pese a nuestras ganas por llegar, vamos bajando ordenadamente del autocar, mientras un alto porcentaje de nosotros se despide educadamente del conductor: hasta luego... hasta luego... hasta luego... Y el conductor, educadamente nos responde: hasta luego... hasta luego... hasta luego...
Pero, ¿hasta qué punto quiere ese hombre que unos 40 o 50 desconocidos se despidan de él y le obliguen a despedirse? ¿Se irá a casa pensando que somos muy educados o que somos unos pesaos? En cualquier caso, lo lleva en el sueldo, pero a mí me preocupa más el aspecto humano. ¿Creeis que este señor puede sufrir secuelas graves a medio/largo plazo?
A mí esto me da la vida, porque me ofrece una forma cómoda de ir a buscar el mechero de Cristo. Dije cómoda y no rápida, porque sigo tardando bastante, pero no tengo que hacer n trasbordos ni coger todos los medios de transporte que existen.
El caso es que al cabo de unos 45 minutos de siesta (una peculiar siesta a las 8.15 de la mañana) esta lanzadera nos deja en la misma puerta de la oficina, y todos bajamos en tropel, deseando llegar cuanto antes a nuestros puestos para empezar la jornada laboral.
Pese a nuestras ganas por llegar, vamos bajando ordenadamente del autocar, mientras un alto porcentaje de nosotros se despide educadamente del conductor: hasta luego... hasta luego... hasta luego... Y el conductor, educadamente nos responde: hasta luego... hasta luego... hasta luego...
Pero, ¿hasta qué punto quiere ese hombre que unos 40 o 50 desconocidos se despidan de él y le obliguen a despedirse? ¿Se irá a casa pensando que somos muy educados o que somos unos pesaos? En cualquier caso, lo lleva en el sueldo, pero a mí me preocupa más el aspecto humano. ¿Creeis que este señor puede sufrir secuelas graves a medio/largo plazo?
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5 comentarios:
XDD, es cierto. Yo creo que tiene que pensar algo como "que panda de pesados". Yo suelo preguntarme lo mismo cada vez que monto en avion, y al bajar todo el mundo se despide de las azafatas.
Mmmmmm será por eso que en los autobuses de la EMT pone "prohibido hablar con el conductor"?
Se podría dar la extraña circunstancia de que el tipo sólo supiera decir eso??
Los grandes misterios de la humanidad nunca tendrán respuesta... y si no pensad por qué Leticia Sabater ha presentado cosas en televisión
puff la verdad es q tienes razón, tiene q ser un coñazo, pero mejor eso q no aguantar q todos los días pasen por delante de tí 50 personas y hagan como si no existieras.
jou 45 min de recorrido! Yo q trabajo a las afueras de mi ciudad y solo me cuesta 10 min! Muy llamativo Madrid pero esas cosas tiran para atrás!
Bueno, 45 minutos de autobús... más 20 de tren, más lo que hay de mi casa al tren, y del tren al bus. ¡Madrid es una delicia!
Anda callate que os habeis vuelto a inundar!!!!! Si es que no aprendeis...
Yo cuando iba en tren a Aranjuez a currar tardaba un "ratillo" de 2 horas con recorrido metro-tren-tren-autobus + 15 minutos de camino andando....
Es lo que tiene Madrid
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