Estaba en mi habitación, sentado en el ordenador cuando de pronto he empezado a oir un zumbido fuerte. En un primer momento he pensado que sería el propio ordenador, pero enseguida me he dado cuenta de que el ruido no era el típico zumbido de una máquina.
¡Ey! ¡Algo me ha rozado la pierna! Rápidamente he echado para atrás la silla para asomarme debajo de la mesa y no he visto nada, pero seguía oyendo el zumbido.
De pronto el ruido estaba detrás de mí. Me he levantado de un salto y me he girado de golpe. Un insecto grandecito estaba volando por mi habitación, cerca de los focos del techo. ¿Un moscardón? Me he agachado a coger las zapatillas de andar por casa, una en cada mano y he esperado en posición de ataque a que el bicho se parara un poco.
Al posarse en uno de los focos lo he visto claro: avispa. El corazón se me ha acelerado. Esto no es como espantar una mosca, estos bichos pican. No quiero ni pensar lo que puede pasar si no acabo con ella y la pierdo de vista... no voy a dormir en la misma habitación que este bicho...
La avispa ha vuelto a surcar el aire y a emitir su clásico zumbido. Repetidos ataques de mis zapatillas han acabado en nada. El bicho parecía ponerse más nervioso. Ha empezado a volar más rápido, a moverse más.
¡Plaf! Menuda hostia le he dado. La avispa ha rebotado contra la pared y ha caido hecha un ovillo sobre la mesilla, junto a la DS. Estaba totalmente inmóvil, pero no tenía certeza de que todo hubiera acabado para ella. Aún presa del instinto cazador me he acercado con sigilo y he dado otro zapatillazo sobre la mesilla, llevándome por delante la DS y tirándola al suelo.
He arrojado el cadáver al inodoro y me he despedido de esa avispa para siempre. Ahora me está costando conciliar el sueño. Avispas... en mi habitación. En esta época del año. Sin haber abierto la ventana.
Oh, Dios mío, oh, ¡¡¡son ellaaaaaas...!!!
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7 comentarios:
Yo tambien odio las avispas... Una vez, cuando era pequeña estaba con mi madre esperando para entrar al circo, y me pico una avispa, y me untó barro donde me había picado, y así estuve durante todo el rato que duró el circo hasta que llegue a casa, puag!!
Y ahora además de odio a las avispas tendrás un poquillo de tirria al circo, ¿no?
A mí no es que me hagan demasiada gracia. Una vez en el patio del colegio, una jodida avispa me picó detrás de las orejas. Creo que en mi vida solo he tenido más dolor cuando me hicieron una endodoncia...
Aun así no entiendo porqué tanta gente las tiene pavor. No dejan de ser bichitos millones de veces más pequeños que nosotros, a los que te puedes cargar muy fácilmente...
Te invito a que pongas una en tu habitación mientras duermes, a ver si concilias tranquilamente el sueño xD
Por cierto, que te pique detrás de una oreja vale, ¿pero cómo dejaste que te picase también detrás de la otra?
Jajajajaja!!!
Respecto a lo del circo... Creo que no he vuelto a ir a uno!!!
A mi me dan miedo las avispas...una vez de pequeña se me enganchó una en el pelo y mis hermanos en vez de quitarmela, huían de mí...buuuuu!!!esto debe ser un trauma infantil, seguro!
Vaya, ¡parece que hay más traumas relacionados con avispas de lo que yo pensaba!
Algún día quedaremos todos para hacer terapia, ¿vale gente?
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