La primera del lunes

Estoy muy contento, porque ha sido un finde estupendo (como podéis comprobar en los artículos anteriores) y he empezado la semana con risas, aunque también con sueño.

Esta mañana, de camino al lugar en el que me pagan por estar 8 horas, he ido con Lady X y su hermana, la desconocida para vosotros Lady Y. Para vencer al sueño hemos traido una animada conversación sobre los más disparatados temas, aunque el grueso de la conversación ha discurrido en torno a un juego de Los Sims para la Nintendo DS.

El argumento del juego ya es bastante curioso... Vas por la vida en tu lata con ruedas (a la que llamaremos coche) y te quedas tirado en mitad de un pueblo. El pueblo son 4 casas rodeadas de campo. Entre los edificios está el ayuntamiento, una tienda, una sala recreativa y un hotel.

Por casualidades de la vida, los acontecimientos hacen que te toque dirigir el hotel, y básicamente en eso consiste el juego, en conseguir clientes, mejorar el hotel, mantenerlo limpio...

Si no es poco surrealista en sí que te toque dirigir un hotel mientras terminan de arreglarte el coche, hay otras cosillas tales como que te pueden abducir los aliens mientras paseas por el campo, que tengas que apagar un incendio con una pistola de agua o que tengas que empujar a las vacas y tirarlas al suelo para luego ordeñarlas y obtener batido...

El caso es que íbamos hablando un poco de todo esto, de cuando me abdujeron los aliens cuando iba a empujar a las vacas, de cuando morí en el incendio que iba a apagar con la pistola de agua... y la pobre que iba enfrente de mí en el tren no dejaba de reirse, conteniéndose, pero se le escapan las sonrisas mientras nos miraba.

Un beso para mis dos Ladys favoritas y para la chica tan maja del tren.

Por cierto, mientras yo juego a los sims podéis ayudar a mejorar la red de transporte de la city haciendo clic aquí.

¡Asias!