El peso de la justicia

Estábamos ayer viendo la tele en casa cuando salió la noticia de un guardia forestal de Gran Canaria al que pronto se le iba a terminar su contrato y que presuntamente provocó un incendio en el monte, supongo que para hacer ver que su trabajo es necesario y asegurarse la renovación del contrato... El resultado son más de 2.000 hectáreas quemadas (he llegado a leer hasta 3.500 según el medio). Por cierto, que siempre se habla muy alegremente de las hectáreas sin hacerse una idea de lo que ésto supone:

Área: 100 metros cuadrados
Hectárea: 100 áreas, 10.000 metros cuadrados

Echando una cuenta rápida, gracias al mecheritos tenemos 20.000.000 de metros cuadrados quemados. Según decían en la tele, le podía caer una condena de 10 años de cárcel, aunque mira que lo dudo.

Y entonces fue cuando se abrió el debate en mi casa:

- ¿Sólo 10 años? Deberían tenerle encerrado hasta que se recuperara hasta el último árbol.
- Una buena multa es lo que le tenían que poner.
- ¿Pero con cuánto dinero se paga el daño que se ha hecho?
- ¿Y... cuánto vale la libertad de una persona?
- No tiene precio.
- ¿Y la vida de un árbol?.
- Es difícil de calcular...
...

La cosa empezaba a ponerse intensa cuando dieron otra noticia, un joven ebrio que conducía su coche a 150 kilómetros por hora y atropelló a un grupo de personas, matando a dos de ellas e hiriendo a otras siete.

- ¿Y a éste qué le haces?
- Pues que le quiten el carnet de conducir de por vida y le pongan una sentencia ejemplar.
- Una buena multa...
- ¿Multa? ¡A la cárcel!
- Pero con la cárcel no se pagan las vidas que ha quitado.
- ¿Y qué haces? ¿Le matas?
- Piensa en esas familias destrozadas... se merecen que se haga justicia.
- ¿Y qué pasa con la gente que no tiene familia? ¿Es menos importante?
...

Y aquí lo dejo, para dejar el camino abierto a la imaginación y a vuestras opiniones.