22/6/07

Certificados de Seguridad




Hace poco me estuvieron explicando, en un curso de Seguridad Informática, cierto aspecto de las comunicaciones entre sistemas informáticos: los certificados de seguridad. A mi mente inquieta enseguida le dio por pensar... (qué raro, ¿no?)

A continuación voy a hacer una introducción del tema, sin pretensiones, sin tecnicismos, y seguramente cometiendo algunos errores. Frikis, tocapelotas y frikis-tocapelotas, absteneos. Esto va sobretodo por It0, Flop, Gux y Paifuu (os odio a muerte).

Allá voy... Básicamente, cuando se produce el primer contacto entre dos sistemas desconocidos, cada uno de ellos se "presenta" al otro, por medio de un certificado de seguridad. Estos certificados van "firmados" (os suena lo de la firma digital, ¿no?).

Al recibir uno de estos certificados, nuestro sistema lo almacena junto a los otros y comprueba si pertenece a nuestra lista de certificados de confianza. Si es así, se da por hecho que el otro sistema es fiable y se establece la comunicación con el otro sistema. Sin embargo, si el certificado no se encuentra en nuestra lista, nuestro ordenador (que no es listo, aunque a veces lo parezca) nos informará, y nos preguntará si queremos confiar en este nuevo certificado.

Además de este sistema simple de confianza por decisión del usuario, se pueden dar una serie de circunstancias que nos ayuden a decantar la balanza (confiar/no confiar). Por ejemplo, ante la recepción de un nuevo certificado se puede consultar cuántos de los sistemas en los que nosotros confiamos tienen ese certificado en su lista segura, cuántos lo tienen en su lista negra y cuántos lo desconocen. Y en función de esos datos, el usuario puede decidir manualmente si confía o no confía, o bien programar el sistema para actúe automáticamente según los criterios que le marquemos, asignándole un umbral de confianza.

Y bueno, más o menos aquí es donde quería yo llegar... Si llevamos todo este tinglao al terreno de las relaciones personales, creo que todo funciona de un modo parecido.

Cada persona, cuando conoce gente nueva, decide de algún modo (consciente o inconscientemente) si la otra persona le inspira o no confianza, y ciertos factores externos influyen a la toma de la decisión (por ejemplo, estamos predispuestos positivamente hacia los amigos de nuestros amigos y negativamente hacia los enemigos de nuestros amigos).

Cada uno tenemos, también, cierto umbral de confianza. Hay quien, por defecto, tiende a confiar en todo el mundo, y quien por el contrario no confía en nadie de primeras, y hay que ir ganando su confianza poco a poco. También hay quien se abre mucho a los amigos de sus amigos (una especie de confianza transitiva, si A confía en B y B confía en C, se puede decir que A confía en el arroz con colacao) y quien no da a esto ninguna importancia, y trata a los amigos de los amigos como desconocidos que empiezan de cero.

¿Vosotros qué tipo de persona sois? ¿A qué altura tenéis vuestro umbral de confianza? ¿Por encima del ombligo? ¿Por los tobillos? ¿Qué importancia dais vosotros a la opinión de vuestros amigos a la hora de valorar a una persona que acabáis de conocer? Y ahondando un poco más, ¿Qué tal funciona vuestra intuición? ¿Soléis acertar con la primera impresión que os formáis de una persona?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy de las de confiar a medias en un amigo/a de mi amigo/a, ya que porque sea bueno/a con mi amigo/a no significa que lo vaya a ser conmigo. Se tienen que ganar mi confianza poco a poco, aunque cueste muy poquitín ganarsela (así me llevo los palos que me llevo, si es que no aprendo...).
Muchos besitos!!

Anónimo dijo...

¿En qué categoría entro? friki, tocapelotas o friki-tocapelotas? Imagino que en la última, pero quiero confirmación :D

Y al tema, los amigos de mis amigos tienen un poco de ventaja competitiva, pero tampoco una barbaridad. De todos modos, el camino a ganarse realmente mi confianza plenamente es medianamente largo, así que la ventaja competitiva que pueda tener un amigo de amigo tampoco es una barbaridad.

Anónimo dijo...

Hmmn... Yo creo que para eso soy muy rara. (XD) A veces me da por confiar en alguien y al final me llevo una decepción y otras la otra persona se tiene que esforzar mucho para caerme bien. (XD)

Aunque alguna vez incluso me he llevado bien con los "enemigos" de mis amigos.

Anónimo dijo...

Mi madre tiene un sexto (o septimo) sentido para "calar" a las personas a la primera de cambio, ¡y nunca ha fallado! Por desgracia yo no tengo ese radar, y asi me pasa, toma una, toma otra, y luego otra más...
Lo de confiar en los amigos de mis amigos... creo que no, hombre si la primera impresión que me da mi amigo de su amigo es buena (que se supone debe ser así), pues algo tiene ganado, pero no mucho la verdad.
Además, tengo varios casos de: "los amigos de mis amigos me caen como el culo, los odio, los borraría del mapa". Pero bueno, es lo que hay.
Antes partía de la base de que todo el mundo puede ser bueno, ahora parto de que todos son malos, y si son buenos que me lo demuestren, y sino se quedan como malos.
Saludos!!!
PD: debe ser el comentario más largo que he hecho, eh Zendir?